lunes, 19 de agosto de 2013

Pensar en comida engorda

Se dice que uno atrae a su vida lo que tiene en su mente. Si lo piensas, esta afirmación, que podría parecer un poco esotérica, tiene todo el sentido.
Si estás convencido de que vas a conseguir algo, y mantienes ese pensamiento en tu cabeza, es muy posible que tengas éxito, porque estás motivado y harás lo posible por lograrlo. Llevando esta idea al terreno de perder peso, cuando empiezas a cuidarte es muy normal que pienses en comida, porque tienes hambre -real y psicológica- y porque tener que privarte de algo siempre genera ansiedad. Pero hay que tratar de quitarse ese pensamiento de la cabeza, porque pensar en comida engorda. Quiero decir que si piensas todo el día en comer, si es ese pensamiento el que mantienes en tu cabeza, tendrás más hambre e inevitablemente acabarás comiendo más. O peor, te aguantarás, pero estarás sufriendo. Yo ya estoy intentando cuidarme, así que comparto las dos cosas que hago para llevarlo lo mejor posible: la primera, tratar de estar entretenida con otras cosas, porque en el momento que estoy sin actividad, me da por comer. La segunda es comer un poco de lo que me apetece, sea lo que sea.
Si no puedo apartar algún alimento concreto de mi cabeza -me pasa mucho con el dulce por la tarde- como un poco y punto. Por ejemplo, antes me hubiera comido un montón de galletas con chocolate, mientras que hoy sólo me he comido una.
Hay gente que prefiere hacer dietas y dejar de comer radicalmente todo lo que le gusta. Yo también probé ese método muchas veces en el pasado, pero vistos los resultados, mejor no lo vuelvo a intentar, sencillamente porque no se puede vivir así siempre. En el momento en que vuelves a comer lo que te gusta, aquello de lo que te has privado durante un tiempo, es muy difícil parar. Por eso la mayor parte de la gente que adelgaza con dietas, vuelve a engordar todo lo que perdió. Y realmente ¿puedes y quieres dejar de comer todo lo que te gusta el resto de tu vida? yo prefiero moderar las cantidades y no tener que renunciar a nada. Es más lento, sí, pero también más realista y efectivo.