lunes, 29 de septiembre de 2014

3 kilos menos


Peso inicial: 92.7
Peso actual: 89.7
Talla: 52
IMC: 31 (Obesidad grado I)

Llevo dos semanas queriendo actualizar el blog, pero esto de ser mamá trabajadora ¡me deja muy poco tiempo para escribir!
Quería contar que por fin he arrancado y estoy muy contenta. Estos últimos 15 días me he estado cuidando y hoy tocaba subirse a la báscula: ¡he adelgazado 3 kilos! y he bajado de 90 :)

No tengo claro por qué esta vez lo he conseguido y otras no... pero supongo que el proceso de concienciarme y motivarme para adelgazar tenía que dar sus frutos alguna vez.

jueves, 11 de septiembre de 2014

No pienso tirar la toalla



Adelgazar
Hace un mes que no escribo. No he estado muy animada, ya que después de un primer intento de arrancar, como contaba en anteriores post, me vine abajo. ¿Por qué? No tengo ni idea. No logro entender cómo alguien que tiene tan claro lo que quiere y cómo conseguirlo, no es capaz de llevarlo a cabo. Es como si una parte de mí no quisiera perder peso y me machacara cada vez que me pongo a intentarlo.

Pero no pienso tirar la toalla, estoy tratando de entender, de concienciarme, sigo leyendo, estudiando, y pienso volver a intentarlo, porque voy a adelgazar aunque sea lo último que haga en mi vida. Lo necesito como respirar, porque me siento tan triste cada día que pasa sin cuidarme que toda mi vida se ve afectada. Y no quiero estar así. Quiero dar la vuelta a esta situación y coger las riendas de mi vida.

Y hablando de riendas, me han contado el caso de un conocido con problemas de peso que me ha dado mucha pena: su médico le ha prohibido decidir qué comer. Le ha pedido que escoja a una persona de confianza para que le diga lo que tiene que comer en cada momento del día. Si está en una comida de trabajo, por ejemplo, tiene que llamarla antes de pedir la comida. Me parece horrible, una anulación brutal de la voluntad de una persona, que en otras facetas de su vida, como la profesional, es perfectamente válida y capaz de tomar decisiones. Creo que lo que hay que hacer es precisamente lo contrario, reforzar la confianza de esa persona para que sea capaz de decidir y no aprovecharse de la debilidad y la baja autoestima para hundirlo aún más, convenciéndole de que no puede decidir por sí mismo. 

En fin, a lo que nos lleva la deseperación... ¡Ánimo a todos!